miércoles, 6 de junio de 2007

Cuidarles ahora... y siempre.

Se trata de un estudio puesto en marcha en EEUU que trata de demostrar como la actitud de los propios padres ante la vida promueve la ansiedad y la timidez en sus hijos, algo así como que los padres en el fondo: tenemos la culpa de todo... o de casi todo... incluso aunque no nos demos cuenta... o no podamos evitarlo... o no sepamos evitarlo ¿a quién hacer caso? ¿cómo seguir consejos contradictorios? ¿quién tiene la culpa? ¿por qué?...¿quién es el ansioso ahora?
Fuera de bromas, resulta según han constatado en la Universidad de Maryland (EEUU), las personas con dos copias del “gen de la timidez” son más propensas a reaccionar inadecuadamente al estrés cotidiano a través de la depresión o de otro tipo de conductas inadecuadas, mientras que las personas que no tienen este gen están más “protegidas” frente al estrés, hasta aquí todo muy científico pero ¿qué pasa con la mayoría de las personas, las que sólo tenemos una copia? Pues bien, las personas con una sola copia de este gen quedan en el punto medio y aquí es donde influyen directamente sus papás y sus mamás.
Cuando las mamás y los papás son más sensibles y dedicadas con sus hijos inhiben la acción de este gen, o lo que es lo mismo, la calidad (que no la cantidad) de los cuidados maternos y paternos da forma a la aparición de la inhibición en la conducta. Los padres estresados inconscientemente tienden a concentrar la atención de sus propios hijos en sucesos negativos, conflictivos lo que lleva a desviar la atención hacia aquellos que les amenaza, llevando a los niños a ser más propensos a percibir amenazas en su entorno y así, a concentrarse más intensa y negativamente en ellas.Atender a los niños, mimarles, cuidarles, darles la importancia que se merecen, dejar que sean el foco de atención de la casa en determinados momentos, buscar un tiempo para ellos, dejarles que disfruten de nuestra compañía y que nos hagan participar de su rutina, organizarnos en torno a ellos en algún momento del día, o de la semana, o de cuando podamos... parece que a la larga no es tan negativo como nos lo pintaban... incluso puede que sea mejor para el desarrollo de su vida futura. Como siempre, el sentido común vuelve a imponerse a pesar de las dificultades.

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