miércoles, 21 de febrero de 2007

El Meconio

El meconio es un término que escuchamos con relativa frecuencia en las clases de preparación al parto, que aparece en las páginas de las revistas y en los libros sobre bebés y que a veces también se menciona en las conversaciones de “recientes papás”. Tradicionalmente, nuestras abuelas, definían como “la pez” lo que ahora entendemos como meconio pero no está de más conocer de qué se trata exactamente.
Según llega a nuestra vida nuestro bebé queremos que todo fluya y que cada novedad esté “bajo nuestro control”, para eso la información nos va a ser de gran ayuda y cuantas más sorpresas podamos ir sorteando de cara al futuro, pues mucho mejor, e meconio puede ser una de ellas.
El meconio es el término médico con que se definen las primeras heces de los recién nacidos. Estas primeras heces se generan a partir del líquido amniótico que nuestro bebé ha ingerido en el interior de la placenta. Líquido amniótico, moco, lanugo, bilis y células que se han ido desprendiendo de la piel o del tracto intestinal, son las sustancias que forman parte de estas primeras heces, de este famoso meconio. Aunque hay respuestas que no coinciden sobre su origen y algunos autores señalan que el meconio es realmente una acumulación de la bilis del feto en su intestino que por el momento carece de actividad y de ahí su aspecto y su textura, oscura y pastosa.
Ya sabemos que durante el embarazo, el bebé se encuentra flotando en el líquido amniótico mientras va creciendo y desarrollándose de forma progresiva. En este proceso, el bebé, como es lógico, en alguna ocasión también traga de ese líquido amniótico y lo va a filtrar en su organismo para después liberarlo de nuevo al espacio uterino como orina. Este ciclo, aunque resulte increíble, consigue mantener el líquido amniótico en un estado claro y sobre todo, sano durante los nueve meses de embarazo. Se puede definir como un proceso de reciclaje del líquido amniótico.
Puede darse el caso de que el bebé libere heces aún estando dentro del útero, esto ocurre si el feto se encuentra en una situación de estrés o sufrimiento fetal. Si se producen estas heces, cabe la posibilidad de que el feto llegue a respirarlas en el líquido amniótico lo que puede producirle algún tipo de trastorno respiratorio, a esto se denomina “aspiración del meconio”
Lo habitual es que el meconio constituya las primeras heces del recién nacido, de color negro, oscuras, viscosas, más pegajosas de lo habitual e inicialmente inodoras. La mayor parte de los recién nacidos expulsa este meconio entre las primeras 24 y 36 horas de vida.A partir del 3er o 4º día, las deposiciones del bebé van cambiando de coloración, pasan a definirse como heces de transición, más verdosas y finalmente amarillentas, también van haciéndose progresivamente más líquidas y malolientes, lo que señalan sin ningún tipo de duda que ya se ha superado la etapa del meconio inicial.

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