miércoles, 26 de marzo de 2008

... y mamá pasados los 30'.

Cada vez son más las mujeres que deciden ser madres no sólo pasada la treintena sino cercanas a los cuarenta años, hablamos de una de cada cinco, una cifra que en la mayoría de los casos viene acompañada de embarazos y bebés saludables, sin complicaciones en la mayoría de los casos, relacionadas con la edad de la gestante.
Pero sí es cierto que las mujeres por encima de los treinta y cinco años tienen algunos riesgos especiales por culpa de la edad. Por lo general a partir de los treinta empieza a bajar la fertilidad femenina, cuesta más tiempo y más intentos conseguir el embarazo deseado. Según los estudios realizados por expertos estamos hablando de un tercio de las mujeres de entre 35 y 39 años, las que tienen problemas de fertilidad aunque también es cierto que muchos de estos problemas pueden ser tratados con éxito en las consultas de los especialistas.
Y según estos mismos estudios, igual que es más difícil conseguir el embarazo también es más fácil conseguir que vengan mellizos siempre que se tenga que recurrir a la ayuda de un tratamiento de fertilidad, que de una sola vez se sea madre por partida doble... todo tiene su lado bueno ¿no? ya que la edad no acompañaría para un segundo embarazo... pues ya tenemos la parejita desde el primero... toda una alegría y quizás para algunas también un buen susto...
El síndrome de Down es el más común de los defectos congénitos cromosómicos y las madres gestantes que han pasado los treinta y cinco años, tienen mayores probabilidades de dar a luz un bebé con un defecto congénito relacionado con los cromosomas. Para saber si existe este problema lo que recomiendan los médicos, los obstetras y ginecólogos, es la realización de pruebas prenatales como son la amniocentesis y la muestra del villus coriónico (CVS), se trata de dos pruebas que presentan un riesgo de aborto espontáneo muy reducido pero que tiene que ser tenido en cuenta por la mamá gestante.
Las mujeres de más de 35 años, también tienen más probabilidades de tener un problema relacionado con su salud que comenzara antes de su embarazo, como puede ser la hipertensión arterial, la diabetes mal controlada,... por eso si siempre se ha de acudir al médico cuando se plantea seriamente la idea de concebir, aún más cuando la edad de la gestante ha pasado la treintena para evitar o controlar en la medida de lo posible todos aquellos factores de salud de la madre que van a poder influir de una forma negativa en la futura salud del nuevo hijo. Sin duda una gran responsabilidad no carente de alegrías y recompensas.

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