El tratamiento más habitual en los casos más comunes, lo marca el tiempo y el propio crecimiento de nuestro hijo, el cuidado diario habitual suele hacer que la costra láctea desaparezca por si sola pero en cualquier caso, de no ser así, lo que no debe hacerse es arrancarlas manualmente por en esas edades el cuero cabelludo del bebé es extremadamente delicado y podríamos lastimarle. Nos debe preocupar más su bienestar que la estética... hay que pensar qué es lo más importante y en este ocasión, coincidirán con nosotros en que está muy clara la respuesta.
Si es cierto que existen remedios caseros que vienen de antiguo y que no hacen mal a nuestros pequeños, por ejemplo, se puede facilitar esta descamación mediante la aplicación de aceite (de oliva sin ir más lejos) un par de minutos antes del baño habitual para que se vayan ablandando, después lavamos el cabello y la cabeza como solemos hacer, con suavidad y sin un exceso de producto, secamos y dejamos el tema y al niño tranquilos.
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