miércoles, 23 de diciembre de 2009

A aprender a la escuela... o no..



Yo soy de esas personas que hojean algunas revistas y si no les da tiempo a leer todo lo que le interesa, guardo el ejemplar en cuestión hasta que puedo hacerlo. Eso tiene un lado malo: la ingente acumulación de publicaciones en algunos rincones escondidos de mi casa, pero tiene otro lado muy bueno y es descubrir artículos muy atractivos y poder leerlos y reflexionarlos. Esto último me ha pasado hace poco con un texto de Francesc Miralles publicado en El Pais Semanal (1/11/2009) sobre la escuela, la educación y el "triunfo en la vida". Un artículo muy interesante en el que se relativiza el papel del "mal estudiante". Según el autor el periodo de formación en la escuela superado con mayor o menos éxito no presupone que ese éxito o fracaso se vayan a mantener per se de por vida. De hecho menciona casos muy clarificantes como el que Miguel de Unamuno suspendiera en el colegio nada menos que la asignatura de literatura... casi nada...

Algo totalmente cierto es que en la escuela se aprende sólo el pasado y cuanto más antiguo cuanto más alejado está de nuestra actualidad, más énfasis y más tiempo se le dedica ¿por qué? me cuesta entenderlo, me costaba cuando yo estaba estudiando y me cuesta ahora que los que estudian son mis hijos..
Es cierto que los que fracasan en la escuela, según esta hipótesis, son aquellos que no están interesados por el pasado y también es cierto que los que fracasan en la escuela no han sabido encontrar el estímulo necesario, el punto que les atraiga para poder imaginar el futuro a través del estudio del pasado. Algo muy complicado que recae en las manos del profesor. Me gusta mucho el simil que utiliza: "para que el patito feo se convierta en cisne debe proyectarse hacia el futuro. Si hay una meta y ganas de alcanzarla la metamorfosis es sólo cuestión de tiempo".

Y eso de que el mundo exterior es la verdadera escuela pues sin dejar de ser cierto creo que se ha sobrevalorado, poco podemos comer si no nos enseñan a cocinar o a usar los cubiertos, poco podremos aprender de la vida si no tenemos las herramientas necesarias para hacerlo y eso en gran parte creo que se consigue en la escuela. Los contenidos no lo son todo, las propias reflexiones, las relaciones personales,... todo eso también nos hace aprender y pensar en el futuro.
No sé si pensar en todo esto me ayudará a sobrellevar mejor los suspensos de mis hijos en la escuela cuando lleguen (si es que tienen que llegar...) pero lo que sí me ayudará es a saber que la vida son etapas y el paso por la escuela es una más, ni más importante ni menos que otras. Pero para eso aún queda mucho... ya hablaremos en unos años...

2 comentarios:

  1. Hola,
    Yo siempre he pensado que es muy importante la motivación para aprender.
    Las calificaciones no han de ser tan importantes como el valor, de lo aprendido día a día, con esfuerzo e interes.
    Es importante valorar la actitud, el crecer no solo en conocimiento, si no en valores personales, compañerismo, autonomia, creatividad...

    Dejo una pequeña frase:

    ¿Cual es el objetivo de la educacion? Estamos formando niños que sólo son capaces de aprender lo que ya es conocido? ¿O deberíamos intentar desarrollar mentes creativas e innovadoras, capaces de descubrir desde la edad preescolar, durante toda la vida?
    Jean Piaget

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  2. Estoy de acuerdo contigo Magda y la frase de Piaget coincide al cien por cien con la idea del artículo y de la entrada, ¿sólo nos preocupamos por enseñar el pasado?¿y qué consecuencias tiene esto en nuestros niños?¿qué consecuencias ha tenido en nosotros?¿nos han enseñado a pensar o mejor aún: hemos aprendido a pensar?¿la escuela nos enseña a ser analíticos o es el entorno escolar el que nos hace cr´´iticos, el que nos enseña a tomar decisiones, el que nos obliga a reflexionar?

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