sábado, 9 de enero de 2010

¿Gastar sin ton ni son?




Si paseais por aquí habitualmente os habreis dado cuenta de que ando llena de buenas intenciones con respecto a evitar contaminar en la medida de lo posible, por consumir de una forma más o menos responsable y sobre todo con sentido común. Soy de las personas que piensan que el mundo me lo han prestado mis hijos como yo se lo presté a mis padres y como no es mío tengo que cuidarlo aún más, con más celo, con más ahinco.
El día a día ya supone un consumo energético importante pero lo que me llega a exasperar es el consumo que no se ve ni se siente, el consumo "escondido" como se ha venido a denominar por los expertos.
Cae en mis manos la revista de la Orgnización de Consumidores y Usuarios, concretamente su número 343 y hablan precisamente del consumo de los electrodomésticos en "standby" cuando están apagados sin estarlo, un estado en el que algunos (como los descodificadores de televisión) gastan más, consumen más, que cuando están en pleno funcionamiento, tan absurdo como increible ¿no?
Va tan en aumento el consumo "escondido" de energía que hasta la Unión Europea ha trazado ya un plan para prohibir, por ejemplo, de una forma progresiva, la venta de lámparas que no sean de ahorro energético. Y también están trabajando desde los órganos europeos en un reglamento para limitar el consumo de los aparatos en modo de espera, un consumo que supone el 11% del total del consumo energético de toda Europa. Unas cifras que ponen los pelos de punta si tenemos en cuenta que se trata de una energía que se pierde, de la que nadie disfruta, que no sirve para nada, bueno sí: para contaminar.
Un ejemplo de lo más ilustrativo ahora que han llegado los Reyes Magos y quízás a alguno le hayan traido un ordenador, que sepais que si es un ordenador portatil va a ser más ahorrador que un estacionario hasta el punto de que vamos a ahorrar lo que consumiría una nevera de clase A durante todo un año. Un ahorro importante para nuestros bolsillos y por ende para el medio ambiente que les estamos hipotecando a nuestros peques.

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