Por ahí arriba habeis visto las caras de cuatro de los pequeños que no pararon de correr y de saltar durante los tres días de puente y a pesar de todo había que llevarles casi de la oreja a la cama cada noche, son incansables.
Al lado una bonita puesta de sol en el campo, después incluso salimos los mayores a ver las estrellas, un espectáculo gratuito que nos perdemos siempre que nos encerramos en la ciudad.
Más abajo podeis ver lo bien que iba el pequeño del grupo mientras recorríamos Las Médula, todo un descubrimiento y por último ahí teneis a dos exploradores... ¿qué buscarían? eso es lo menos importante lo bueno siempre era: ¡lo que se encontraban!
Y ahora... más...
Estas dos son en Astorga, el Palacio de Gaudí, en el que decidimos que había por lo menos un fantasma que alguno conseguimos incluso ver a través de una ventana.... y la Plaza Mayor de Astorga, una ciudad muy bonita y muy cómoda de pasear.
Estas ya en plena naturaleza, la atracción que ejerce el agua en los niños es directamente proporcional a la preocupación que se desarrolla en las madres... y más si la edad del niño no supera los dos años...
Y estas últimas son las cuatro en Las Médulas, las minas de oro de la época romana que merecen una mención aparte que la dejamos para otro día, pero hoy, para ir abriendo boca os dejo que disfruteis con nuestras excursión de otoño a León. Seguro que muy pronto encontramos otro destino y otro motivo para volver a salir de excursión y de aventuras con los niños, ya os iremos contando...
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