viernes, 9 de marzo de 2007

Un embarazo de riesgo

No se trata de que te alarmes si tu médico te lo ha diagnosticado, pero sí tienes que ser estricta con las pautas que te ha indicado y tener en cuenta esta circunstancia. Si miedos pero sí con ciertos cuidados.
Si tu embarazo ha sido considerado de riesgo por el profesional al que has acudido para que vaya controlando todo tu proceso de gestación, significa sobre todo que durante el mismo vas a necesitar de una atención especial y de un control más frecuente y estricto que en un embarazo de los considerados normales. Como es lógico hay distintos grados de riesgo, algunos son más graves y otros menos preocupantes y eso varía según distintos factores que por supuesto habrá tenido en cuenta tu ginecólogo y te habrá podido explicar con tranquilidad.
Las madres menores de diecisiete años y las que superan los treinta y cinco son más propensas a tener problemas que durante el embarazo se pueden traducir en algún tipo de riesgo para el bebé. Enfermedades que la madre haya podido padecer antes de quedarse embarazada o que pueden aparecer de repente durante la gestación pueden producir graves secuelas al feto e incluso el aborto. Por eso es más que conveniente que te cuides y que así: le cuides a él o a ella también.
También los embarazos múltiples se consideran de riesgo por los profesionales dada la alta probabilidad que presentan de derivar en un parto prematuro. Los abortos de repetición por diversas causas, el hecho de tener ya un hijo con algún tipo de malformación o problemas en un embarazo anterior aunque haya finalizado con éxito, son ya motivos para que el médico diagnostique que nos encontramos ante un embarazo de riesgo y que lo que hay que hacer, normalmente, es tomar una serie de precauciones que sí pueden hacer este periodo un poco más complicado pero nada más.
Por supuesto, no podemos descartar los problemas o complicaciones que se detectan durante la gestación como crecimiento retardado del feto, cromosopatías, alteraciones del líquido amniótico o del ritmo cardiaco del feto, envejecimiento de la placenta o cualquier factor que provoque sufrimiento fetal y que el médico considere de riesgo para el futuro bebé y ante el que hay que actuar.
Como prevención no está nunca de más que todas aquellas mujeres que estén planeando la posibilidad de quedarse embarazadas hagan una consulta previa a su ginecólogo para poder detectar y solucionar a tiempo algunos de los posibles problemas que pudieran darse, que no tienen por qué darse pero que siempre es mejor para todos que los descartemos o los atajemos con tiempo de sobra. En esto como en todo también es mejor prevenir que curar.

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