miércoles, 3 de febrero de 2010

Excursión familiar contra el frío...

Hoy no me toca a mí escribir (¡qué bien!). Una amiga se ha prestado a mandarnos y a compartir lo que dió de sí una bonita excursión familiar al Pirineo leridano. Combatieron el frío del entorno con "los niños", el calor de los abuelos, los tíos y los papás ... una excursión que merece la pena hacer en familia y que también merece la pena disfrutar leyendo lo bien que se lo pasaron ellos. Por cierto, los peques que acudieron a excursión son los responsables de "Deportes" y "Danzas y Música" de nuestra peculiar "redacción" ... La que escribe es Marisa la mamá y no puede negar que se lo pasó genial en la nieve y rodeada de los suyos. Leed y disfrutad como lo hicieron ellos hace sólo unos días...




"Os cuento una experiencia fantástica familiar en La Vall de Boí (Lleida). Se trataba de pasar unos días en pleno Pirineo leridano con celebración incluida familiar incluida. Y allí, a primeros de enero nos fuimos con mis hijos, sus tíos y sus abuelos. Os hablo de los pueblos más representativos del románico catalán, donde pudimos ver todos aquellos frescos que tanto habíamos estudiado en los viejos libros de arte. Estas iglesias tienen un aliciente especial para los peques, que es el de subir al campanario y allí escuchar sonar las campanas justo encima de nuestras cabezas, viendo el valle desde una altura considerable.

Otro espectáculo es visitar el Parque Nacional de Aigües Tortes.
Hay que subir en taxi 4x4. Según esté el camino te dejan en el inmenso lago helado o te suben hasta el centro del parque. En este caso nos adentramos todo lo que pudimos, contemplando un espectáculo único que se disfrutaba a través de todos los sentidos. La nieve cayendo muy lentamente, el sonido de los riachuelos en pleno silencio y el paisaje fantástico de abetos, puentes de madera y ríos, muchos ríos y sobre todo nieve. Lo disfrutamos mucho porque ibamos bien preparados y no pasamos nada de frío.
















Los niños lo pasaron en grande, tirando bolas, haciendo el ángel o jugando con espadas improvisadas que hacían con los carámbanos de hielo de los árboles.
Un buen paseo para los adultos, pasmito para los abuelos y fiesta total para los niños. Una experiencia muy recomendable.

Otro día subimos a esquiar a la estación de Boí Taüll, donde los niños disfrutaron toda la jornada, recibiendo clase y practicando parecían incansables y allí estuvimos hasta que cerraron la pista. Luego rendidos a descansar y cenar.

El día 5 de enero por la noche, llegaron los Reyes Magos a la Iglesia de Santa María de Taüll, donde un maravilloso fresco románico de la Adoración de los Reyes presidía el ábside y allí los niños cantando villancicos y alucinados con unos Reyes que para ellos hablaban muy raro (en catalán) y que les hacia aún más exóticos, recibieron su regalo favorito de las propias manos de sus majestades de Oriente.

En definitiva, cuatro días entrañables en familia, lejos de casa, en pleno invierno, disfrutando del arte, la naturaleza, la gastronomía y sobre todo de la compañía de tres generaciones reunidas ".



2 comentarios:

  1. ¡Qué buena idea! reunir a la familia en unas fechas tan especiales fuera del ambiente cotidiano. Seguro que los niños guardarán este recuerdo tan especial durante toda la vida.
    ¿podrías facilitarme datos de acceso y estancia por si decido copiar la experiencia?

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  2. Nosotros estuvimos alojados el primer dia en el balneario de "Caldes de Boí", un 4 * con spa y muy buen servicio. Luego nos trasladamos al Hotel "el Rantiner" en Taull, justo frente a la iglesia de Sant Climent. Un hotel rural encantador. Los taxis para Aigües Tortes se cogen en Boí y acuerdas la hora de bajada. Restaurantes hay muchos pequeños y sencillos de aspecto, pero de comida exquisita y a muy buen precio: "El Mallador" y "Sant Climent" en Taull; y en Erill la Val se come de lujo en "la PlaÇa". Marisa.

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