viernes, 19 de febrero de 2010

¿Qué fue de la Gripe A?

Hoy tampoco me toca escribir a mí... me tomo el día libre, y es que no hay nada mejor que tener amigos que saben mucho de muchos temas y que les apetece compartirlos escribiendo sobre ellos aquí mismo, en nuestro blog. Hoy le toca "currárselo" a Javier, un papá de dos de nuestros "redactores" que además es médico de familia en un centro de salud de la Comunidad de Madrid, vamos que se conoce los mocos y las toses al dedillo, por activa y por pasiva. Ha costado pero al final ha conseguido sacar un huequito de su tiempo y ponerse a bien con la informática e internet... y aquí tenemos un interesante y completo artículo sobre la primera "gran pandemia" del siglo XXI, que por lo que él cuenta... tiene pinta de que no será la última. Muchísimas gracias por la colaboración y... espero que tampoco sea la última...

"Todo comenzó hace ya casi un año cuando se diagnosticaron los primeros casos de una variante de la gripe porcina allá por abril del pasado 2009 en EEUU y México.
Esta nueva cepa era el resultado de la reordenación de dos virus influenza porcinos (es decir, los que provocan un cuadro gripal en nuestros genéticamente casi hermanos, los cerdos), uno procedente del virus H1N1 endémico en EEUU y similar al que produjo la “gripe española de 1918” y otro procedente de Asia, causante de la “gripe aviar” que también hizo correr ríos de tinta mediática hace unos años.
La novedad, su fácil transmisión (como la gripe estacional a la que estamos habituados en invierno, todos los años), el hecho de que afectase predominantemente a jóvenes, una serie de decisiones “más que cuestionables y discutidas” por organismos sanitarios de “postín” como la OMS (organización Mundial de la Salud) y la necesidad mediática de contrarrestar las malas noticias económicas del momento (recordemos que el anuncio de Pandemia por parte de la OMS, el pasado 11 de junio, coincidió en el tiempo con la reunión de los líderes mundiales para dar salida a la crisis) hizo el resto.
La alarma estaba servida.
Nos pasamos el verano con el recuento diario de las víctimas, provincia por provincia, llenando las portadas de los periódicos y las aperturas de los telediarios nacionales.
La alarma iba creciendo.
Los políticos de diferente signo no podían permanecer ajenos a tal oportunidad mediática y como en los grandes temas de Estado: Educación, Sanidad, etc.. hacían su campaña particular sobre cuestiones técnicas como a quién vacunar, cuántas dosis de vacunas comprar…..que alimentaban aún más la repercusión de un problema de salud que tenía que haber estado en manos de técnicos independientes y no vinculados a la industria farmacéutica.
Alarma in crescendo.
Ante tal situación y como dato POSITIVO a reseñar, se consigue por primera vez en mucho tiempo que exista un acuerdo general entre el Ministerio de Sanidad y las diferentes CCAA, un pacto en el seno del Consejo Interterritorial de Salud en julio de 2009, estableciendo los criterios diagnósticos clínicos (indistinguible de la gripe estacional-invernal de todos los años, salvo porque aparecía antes de tiempo) y de laboratorio (solo al alcance de algunos centros hospitalarios), clasificando a los afectados como casos sospechosos, probables o confirmados para Gripe A (H1N1).
Se establecieron protocolos de actuación ante aquellos ciudadanos que acudieran a su centro de salud u hospital de referencia para evitar el colapso de la asistencia clínica diaria que se venía realizando habitualmente mediante el “Triage” (filtro) de aquellos que creyesen estar infectados con el nuevo virus de la gripe para lo que se iban a incrementar los recursos materiales y humanos (¿Dónde? ¿Cuándo?) y facilitar información diaria sobre el estado de la situación en cada comunidad (eso sí que se realizó con actualizaciones en el mismo puesto de trabajo sanitario).
Otro de los muy escasos efectos positivos de dicha situación fue el reconocimiento y aprendizaje por parte de la población y por supuesto de nuestros hijos en sus diferentes centros escolares de las medidas básicas de prevención y protección frente a cualquier infección transmisible por vía respiratoria. Estas recomendaciones que es bueno recordar son:

• Evitar el contacto cercano con personas enfermas
• Quedarse en casa y no acudir al trabajo o al colegio cuando se esté enfermo
• Cubrirse la boca y la nariz cuando se tosa o se estornude (salvo que quisiese ser señalado por sus propios amigos de clase o vecinos de metro o autobús)
• Lavarse las manos con frecuencia (nunca jamás los niños han interiorizado tanto tal medida como gracias a la gripe A)
• Evitar tocarse los ojos, la boca o la nariz
• Mantener buenos hábitos de salud como mantenerse activo, beber líquidos y alimentarse con naturalidad.

Mientras la tozudez de los datos demostraba que en la mayoría de los casos la afectación era benigna y sin complicaciones salvo en los grupos de riesgo, como sucede con la gripe estacional-invernal, continuaba la polémica sobre a quién vacunar (¿a los grupos de riesgo o a toda la población?) y volvía a surgir el debate político sobre un tema puramente sanitario y técnico: ¿Cuántas vacunas comprar?
Ahora que lo peor parece haber pasado, aunque algunas fuentes aseguran que con el recrudecimiento invernal es posible un nuevo rebrote de la enfermedad ¿o será la gripe estacional? ¿cómo distinguirlas clínicamente?, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Insitituto de Salud Carlos III informa que la actividad de la gripe sigue siendo baja en España y continúa bajando, en cifras de 37 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, muy lejos del pico de pandemia que se alcanzó en noviembre de 2009 con 372 casos nuevos por cada 100.000 habitantes. Así mismo se reconoce que los efectos de la “ pandemia sobre la mortalidad de la población española” están siendo mucho más moderados que los de las epidemias estacionales de años anteriores.
Actualmente la polémica sobre la gripe A (H1N1) se centra en las declaraciones del Presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, el médico epìdemiólogo Dr Wolfgang Wodarg, que ha llegado a afirmar la “dudosa actitud” de la OMS (Organización Mundial de la Salud) por el hecho de “redefinir” en el pasado junio el concepto de Pandemia (enfermedad fácilmente transmisible entre personas de dos o más áreas geográficas o continentes, asociado al concepto de enfermedad grave), eliminando entonces el matiz de gravedad, lo que supuso que la gripe A (H1N1) pese a no tener datos que sugiriesen mayor gravedad que la gripe estacional, fuese declarada como Pandemia y por lo tanto, las recomendaciones de dicho organismo, la OMS, pasaban a ser de obligado cumplimiento para todos los estados miembros. De ahí la urgencia de las medidas de los diferentes países, que contribuyeron a incrementar la sensación de alarma.
Dicho médico va a más cuando afirma “las dudas" sobre las posibles conexiones entre los expertos consultores de los organismos de la OMS y las compañías farmacéuticas fabricantes de fármacos antivirales o/y vacunas que han visto incrementadas sus cifras de ventas ante la nueva situación.
Pese a estas afirmaciones del europarlamentario, la semana pasada en una comparecencia conjunta, la OMS y la industria farmaceútica ante la Comisión Europea creada para tal fin, negaron toda connivencia a la hora de tomar las decisiones que a fecha de hoy consideran necesarias y adecuadas y anunciaron su disposición a someterse a una evaluación externa sobre su actuación.
Igualmente han estado de acuerdo con esta afirmación los responsables sanitarios de los diferentes países, como nuestra Ministra de Sanidad Dª Trinidad Jimenez quién recientemente se congratuló de que gracias a una buena negociación con la industria farmacéutica, sólo se han suministrado 13 millones (9 millones distribuidas entre las comunidades autónomas y 4 que se reservan por si fuese necesario) de los 37 millones de vacunas que se habían decidido comprar, lo que ha permitido vacunar aproximadamente a unos 3 millones de ciudadanos españoles y ahorrar a las arcas del Estado 170 millones de euros, lo cual no está nada mal dada la situación de crisis en la que estamos.
Asñi que... hasta la próxima pandemia."

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